Aclaro:
Cuando me enteré que el juego que se iba a llevar a cabo en nuestra bella ciudad no era de temporada regular como lo habían prometido me enojé un poquito. Cuando me enteré que los equipos que venían eran los Spurs y los Clippers me enojé aún más. Cuando llegue al Palacio a ver el juego, me sentí como un imbécil por haberme enojado con tal partido.
Compré mis boletos el mismo día en la tarde. Muy pinche confiado de que todavía iban a quedar miles y miles y que iba a comprar el que yo quisiera. Desafortunadamente, me informaron que sólo quedaban hasta delante muuuuy caros y atrás de la canasta en los últimos dos niveles. Al principio me saqué de onda, cuando le platiqué a mis amigos me dijeron "no mames, ¿pues qué, los regalaron?" y no tuve de otra más que comprarlos. Una vez ahí, era obvio que regalados o no, la gente llevaba mucho queriendo ver un partido de basket en vivo:
Esto la verdad es algo buenísimo. El ver que hubo tal lleno, 18,674 personas, con un simple Clippers vs. Spurs, muestra el interés que tenemos por el deporte y abre las puertas para que traigan a mejores equipos año con año. Y si no, siempre tendremos a los Harlem Globetrotters. Pero bueno, basta de mamadas y vayamos a lo que les importa, el juego.
Los Clippers empezaron dominando y no soltaron hasta el 4o. cuarto. Ahí los Spurs lograron remontar sin sus estrellas, ya que Tony Parker se fue a los vestidores al medio tiempo o un poquito después y Ginobili y Duncan se pusieron sus sudaderas de "ya no juego más" a la mitad del 3o. Por el otro lado los Clippers nunca aflojaron, "La Bestia" Blake Griffin (así bautizado por el amigo que iba conmigo) jugó casi todo el partido, al igual que Chris Kaman. Baron Davis jugó menos pero le echó ganas. Al final los Spurs lograron darle la vuelta y ganaron por 100 a 99 gracias a un triple de Gary Neal que dejó 1.5 segundos para que Kaman fallara la posible ganadora.
Disfruté mucho el juego, la compañía, el ver a tanta gente feliz porque finalmente podían usar su jersey sin ser juzgados o vistos como raperos. Las clavadas de Griffin, la emoción de todos al ver un buen tapón y por supuesto, la cerveza. Mis únicas quejas son las siguientes:
Toda nuestra sección mentaba madres porque una de las bocinas no nos dejaba ver completo el marcador.
Todo el 4o cuarto estuvimos corriendo a los lados, los demás le hablaban a amigos que estaban en otras secciones para que les dijeran cómo iba, le gritábamos a las demás filas, lo que fuera para saber cómo carajos iba el partido. Así que ahí muy mal.
Luego, ¿por qué carajos sólo trajeron a 4 porristas de los Spurs y a 6 de los Clippers?
Nada a medias, si lo van a hacer háganlo bien y traigan a todas.
Hubo una pareja frente a nosotros que no paró de fajar (él traía jersey de duncan, ella no). No es que tenga algo en contra de que fajen, pero lo estaban haciendo ya feo. Y aunque esto suene como ardido porque yo no me estaba dando a nadie, la verdad es que llegó un punto donde todos estabamos hasta el pito de su intensidad. Pagaron 450 varos por andar atascando. Les debo la foto, no quiero que la vean.
Ahora, entiendo la emoción de desempolvar sus jerseys viejas o estrenar una nueva en el evento. Sin embargo, ¿quién carajos tiene la jersey de Matt Bonner? ¿Quién?
No mamen, es pelirrojo.
Highlights extras:
"El Eterno" Dick Bavetta.
"El Eterno" Dick Bavetta platicando con Gregg Popovich.
Mamo decir "El Eterno".
El Coyote en su disfraz inflable. Amo a las mascotas.
George "Iceman" Gervin en la parte de NBA Cares.
Timmy Duncan.
Así que entre varios alley oops fallados, dos faltas técnicas en pre temporada, un marcador a medias y una búsqueda en vano de Eva Longoria, creo que el partido fue un éxito y espero con ansias que regresen el próximo año.
Gracias NBA.
Ah, y si Álvaro Martín llega a leer esto; huevos por no contestarme en Twitter para ir a echar unos tacos.
¿Qué no anda bien aquí?
